Comentario a raiz del grotesco enfrentamiento verbal entre el Alcalde y el Senador.
Como el rey no se dejo manipular, entonces el manipulador se enojo y salió lanza en ristre, por la emisora y le conto al pueblo todas las cosas que entre los dos habían dejado de hacer y las que por la intolerancia y la poca capacidad de liderazgo van a dejar de hacer.
Si de amigos nada construyeron, de enemigos menos harán.
Entonces, “como el rey no es mudo” y al estilo de lo que dice el catalogo de la intolerancia, “si el enemigo te ataca, aumenta tu nivel de agresividad y ataca sin ninguna consideración verbal. El nivel de representatividad que tengas, no importa. Se tu mismo. Y así fue………
Mostraron el cobre se agredieron verbalmente y utilizaron el lenguaje politiquero que encarna a quienes se valen del poder para desestabilizar, y aumentar la desconfianza que a punta de verborrea le han generado al pueblo.
Hicieron una demostración clara de su intolerancia, de su inconsistencia como lideres al no tener medida del daño que se le causa a la opinión cuando se hacen declaraciones públicas de poder personal. Y más cuando el nivel de la discusión es tan bajo.
A cuál de los dos le creemos. A ninguno, porque la verdad está comprometida. Ambos se encargaron de personalizar el enfrentamiento hasta el punto de irradiar mas soberbia que calidad humana. Hicieron gala de su incapacidad como líderes y nos obligaron a pensar.
¿Son estos los líderes que Sevilla necesita a futuro inmediato para recuperar la institucionalidad?
Gracias a los dos por ayudarnos a caer en cuenta de la necesidad que tenemos los sevillanos de buscar lideres que reflejen la condición humana de un pueblo construido a punta de verdad.
Estamos en la obligación moral y social de respaldar a un líder que le duela el pueblo, que tenga pertenencia por su tierra, que la haga progresar y respetar, con el coraje suficiente para enfrentar a los defraudadores del estado y reconocer sus propios errores.
Una Sevilla mejor es posible, si todos queremos
HECTOR FAVIO VALENCIA AGUIRRE.