Estuve buscando toda la noche, las palabras justas para homenajear a una mujer símbolo del vigor, la consistencia humana y el permanente deseo de darle a los demás, no solo lo suyo, sino todo lo que los otros pudieran hacer por los menos favorecidos y no las pude encontrar, tuve que recurrir esta mañana a la expresión de mi sentimiento real, a la congoja que se siente, cuando un amigo se va.
La muerte, nos priva hoy de una Líder a la que siempre le preocupo la desigualdad y se empecino en una lucha sin cuartel en la construcción de unas viviendas, en donde algunas familias, de muy escasos recursos pudieran pasar las frías noches, cobijadas a la sombra de un pedazo de pan y una agua de panela.
Una mujer, Insignia de la garra y el coraje, capaz de enfrentar hasta el más encopetado de los humanos, para lograr que el estado se acordara de los más pobres. A muchos no les gustaba su temperamento y su persistencia en la acción, pero a los otros muchos por los que siempre lucho, les encantaba el Liderazgo humano de un ser maravilloso, que a lo mejor, y solo lo supo ella, lo único que no fue capaz de superar en vida, fue el inmenso dolor que le causo la muerte del hombre que amo.
Nadie hasta ahora ha sido capaz de medir la consistencia humana, para soportar los embates perversos que produce la muerte de un ser que se ama. Y no hubiera tenido que ser Sandra, la excepción, porque, por muy inmenso que se sea, al igual que todos los seres humanos sufrió las debilidades del amor. De lo contrario, nunca hubiera podido ser la expresión solidaria, que siempre fue.
La violencia y el destino, le han disminuido ilusiones a un niño, que estoy seguro con el coraje heredado de Julián y Sandra y la sabia guía de sus abuelos, saldrá adelante.
El dolor que produce la muerte de un hijo, es de tal gravedad, que nadie hasta ahora, nadie le ha podido encontrar nombre. Para Miryan y Orlando, Mucha Fortaleza para intentar superar estos momentos difíciles por los que todos tenemos que pasar y mucha salud y vida para que logren construir un futuro mejor, para ese hijo, que les dejo, LA HIJA DEL ALMA.
Espero que quienes apoyaron, en vida, a Sandra en su causa, sigan haciéndolo ahora como un homenaje a su memoria y en beneficio de los que ella siempre quiso que tuvieran una mejor calidad de vida, a pesar de las diferencias.
Hasta pronto, Sandra. Hasta cuando tengamos la oportunidad, que tú tienes ahora, de reencontrarte, con el ser amado.
HECTOR FAVIO VALENCIA AGUIRRE.
Sevilla Valle Mayo 7 de 2012.
