Supremamente fácil la tarea de aparentar ser, en cambio, ser, es algo difícil de lograr.
Claro esta que, eso de ser gente, se mama del seno de la mama, se obtiene en casa y muy poco son los que logran ser, cuando en casa no les dieron ni siquiera una gota de ejemplo.
No hay razón humana que coloque a un individuo por encima del otro, no tiene sentido que el mas importante de los hombres desconozca la condición natural del otro, que por su humildad no es menos importante que aquel que pretende ignorarlo.
No desdiga de su razón de ser, negándose a darle un saludo a alguien, que a lo mejor solo necesita de una sonrisa, un gesto amable o unos buenos días.
Levántese todos los días con la intención de aprender algo, es simple, lo puede hacer a partir de la persona que usted menos cree. El menos letrado de los humanos, esta lleno de sabiduría. El trasiego por la vida, la lucha diaria, genera más conocimientos que los que deja la asistencia al aula.
La universidad de la vida, no forma doctores, genera seres humanos comprensibles, capaces de tomar decisiones serenas, sabios que iluminan el camino de la verdad.
No se oponga al cambio, acepte la realidad, regale un saludo, comprométase con usted y seguro que mañana cuando necesite de una mano amiga, podrá encontrarse con la satisfacción de sentirse querido, reconocido y un ser útil.
No se deje consumir por la soberbia, recuerde que los amos del mundo ideal son los más humildes.
Los genios no ostentan jamás de su conocimiento, así como los humildes jamás se atreven a aparentar. Los buenos somos más.
No le mienta a la vida, ella sabe quien es usted, y sabe además que todos somos iguales, no sea necio, que todos en la vida padecemos del mismo mal, somos imperfectos.
Quiérase, estímese, no se niegue el derecho a ser, recuerde que la vida es muy corta y que mañana, a la hora de la solidaridad, que esta mas cerca de lo que imaginamos, nos darán de lo mismo que dimos ayer. La vida no es ingrata, somos los humanos los que carecemos de memoria y olvidamos las ingratitudes que ayer dimos. Con sus hijos pasara lo mismo, ahora le darán de lo mismo que usted ayer les negó.
Sea positivo, practique la cultura de la legalidad y haga lo que debe hacer, no le ponga trabas a la vida, que ella es hermosa hasta cuando usted quiera. No se olvide de recordar cada que pueda, lo que dio y lo que dejo de dar al otro, para que no se vaya a sorprender cuando alguien le este dando de la misma medicina.
Introdúzcase en su propio ser y hágale el amor a la vida. La vida sin una gota de amabilidad, no tiene sentido.
Le doy gracias a la vida, por haberme hecho igual.
HECTOR FAVIO VALENCIA AGUIRRE.
